La anemia es una de las causas más frecuentes de consulta al médico. No es una enfermedad propiamente dicha sino un síndrome, un conjunto de síntomas y signos, manifestación de un trastorno subyacente. Por ello, es preciso acudir al médico para descubrir la causa antes de instaurar el tratamiento y, de este modo, adoptar las medidas más adecuadas.
La anemia se define como una disminución de la concentración de la hemoglobina en la sangre, cuyos límites de normalidad varían con la edad y el sexo. Existe anemia cuando la concentración de hemoglobina se halla por debajo de ciertos límites preestablecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS): 130 g/L en hombres, 120 g/L en mujeres y 110 g/L en niños (véase tabla 1).
La anemia se define como una disminución de la concentración de la hemoglobina en la sangre, cuyos límites de normalidad varían con la edad y el sexo. Existe anemia cuando la concentración de hemoglobina se halla por debajo de ciertos límites preestablecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS): 130 g/L en hombres, 120 g/L en mujeres y 110 g/L en niños (véase tabla 1).
Existen muchos tipos de anemia según su causa. La falta de hierro, sobre todo en niños y mujeres jóvenes, es la más frecuente. Otras causas de anemia pueden ser el resultado de un sangrado, la falta de vitaminas, una enfermedad crónica o una enfermedad hereditaria o adquirida.
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