El asma bronquial es una alteración inflamatoria crónica de las vías aéreas. Esta inflamación ocasiona una disminución en el calibre de las vías aéreas (obstrucción bronquial) debida a la hinchazón de la mucosa bronquial (edema) y a la hipersecreción de moco ocasionadas por la inflamación.
Además, las vías aéreas de los pacientes asmáticos son muy sensibles a estímulos diversos, fenómeno que se conoce como hipersensibilidad bronquial, sensibilidad que se muestra en forma de episodios de obstrucción bronquial súbita (broncoespasmo), desencadenada por causas tan diversas como la inhalación de sustancias irritantes, respirar aire frío o practicar ejercicio físico.
Además, las vías aéreas de los pacientes asmáticos son muy sensibles a estímulos diversos, fenómeno que se conoce como hipersensibilidad bronquial, sensibilidad que se muestra en forma de episodios de obstrucción bronquial súbita (broncoespasmo), desencadenada por causas tan diversas como la inhalación de sustancias irritantes, respirar aire frío o practicar ejercicio físico.
La obstrucción bronquial de los pacientes asmáticos es variable en su intensidad y, por ello, es posible ver pacientes en los que la obstrucción bronquial llega a desaparecer totalmente, para volver a manifestarse al cabo de un período de tiempo, que puede variar de días a semanas.
En otras ocasiones, la obstrucción bronquial es permanente, aunque su intensidad suele variar en períodos de horas o días. Esta variabilidad está relacionada con los cambios en la intensidad de la inflamación y la influencia de factores externos (irritantes, alérgenos en los pacientes alérgicos, etc.), que pueden provocar episodios bruscos de broncoespasmo. A esta variabilidad espontánea o natural de la obstrucción bronquial se le suele asociar la variabilidad inducida por el tratamiento con fármacos que causan la dilatación de los bronquios (broncodilatadores), o que reducen la inflamación.
En otras ocasiones, la obstrucción bronquial es permanente, aunque su intensidad suele variar en períodos de horas o días. Esta variabilidad está relacionada con los cambios en la intensidad de la inflamación y la influencia de factores externos (irritantes, alérgenos en los pacientes alérgicos, etc.), que pueden provocar episodios bruscos de broncoespasmo. A esta variabilidad espontánea o natural de la obstrucción bronquial se le suele asociar la variabilidad inducida por el tratamiento con fármacos que causan la dilatación de los bronquios (broncodilatadores), o que reducen la inflamación.
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