A lo largo de la historia, la palabra alcohólico ha estado impregnada de significados peyorativos, de ahí que muchos pacientes, y también algunos de los profesionales que los atienden, eviten usarla. Lleva asociado un estigma social que hace sentir culpa y vergüenza. Sin embargo, un alcohólico
es simplemente una persona que ha perdido la libertad para decidir cuánto, cuándo y cómo beber.
Tradicionalmente se ha utilizado el término alcoholismo para referirse al síndrome de dependencia del alcohol (SDA). Sin embargo, en algunos textos se defiende que el término alcoholismo debería emplearse un sentido más amplio, que incluiría no sólo el SDA sino todos los problemas relacionados con el consumo excesivo de alcohol, ya que a menudo es difícil saber si se ha pasado o no la barrera de la dependencia; y, en ocasiones, aunque no se llegue a ésta, los trastornos que pueden ocasionar los consumos excesivos son tan graves, que merecen consideración especial por parte de los especialistas en este campo.
Tradicionalmente se ha utilizado el término alcoholismo para referirse al síndrome de dependencia del alcohol (SDA). Sin embargo, en algunos textos se defiende que el término alcoholismo debería emplearse un sentido más amplio, que incluiría no sólo el SDA sino todos los problemas relacionados con el consumo excesivo de alcohol, ya que a menudo es difícil saber si se ha pasado o no la barrera de la dependencia; y, en ocasiones, aunque no se llegue a ésta, los trastornos que pueden ocasionar los consumos excesivos son tan graves, que merecen consideración especial por parte de los especialistas en este campo.
En la actualidad existen dos clasificaciones diagnósticas que permiten definir los signos y síntomas característicos del SDA: la CIE-10 (Clasificación Internacional de las Enfermedades. Organización Mundial de la Salud, 1992) y el DSM-IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Asociación de Psiquiatría Americana, 1994). Ambos sistemas reconocen criterios semejantes y requieren la presencia de varios de ellos para realizar el diagnóstico.
Cuantos más indicadores de dependencia se cumplan, mayor certeza diagnóstica existirá. La presencia de tres o más de dichos criterios permite realizar un diagnóstico de dependencia:
Aunque se habla de alcoholismo en general, en realidad existen muchos tipos, porque en cada persona los síntomas de la dependencia pueden manifestarse de diferentes maneras. Algunos alcohólicos pueden estar varios días, o incluso semanas o meses, sin beber, pero cuando empiezan a hacerlo pierden rápidamente el control y no pueden detenerse hasta que están totalmente intoxicados.
Éste sería el caso del alcoholismo de fin de semana o modelo anglosajón de abuso de alcohol. Otros alcohólicos consumen diariamente grandes cantidades de alcohol sin mostrar síntomas de borrachera porque tienen una elevada tolerancia a los efectos de intoxicación del alcohol. También hay alcohólicos que beben nada más levantarse por la mañana para evitar el síndrome de abstinencia causado por el descenso en la alcoholemia que se produce al pasar toda la noche sin beber.
Cuantos más indicadores de dependencia se cumplan, mayor certeza diagnóstica existirá. La presencia de tres o más de dichos criterios permite realizar un diagnóstico de dependencia:
- Fuerte deseo o impulso irresistible de consumir alcohol.
- Dificultad para controlar el consumo, ya sea para iniciarlo, terminarlo o mantener un nivel determinado.
- Síntomas orgánicos del síndrome de abstinencia específico cuando se reduce o cesa el consumo (o uso de sustancias semejantes para aliviarlo).
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Tolerancia (necesidad de cantidades cada vez mayores para conseguir los efectos deseados).
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Abandono progresivo de otras fuentes de placer y diversión, o gran cantidad de tiempo ocupado en conseguir alcohol, consumirlo o recuperarse de sus efectos.
- Persistencia en el consumo a pesar de conocer el perjuicio que ocasiona.
Aunque se habla de alcoholismo en general, en realidad existen muchos tipos, porque en cada persona los síntomas de la dependencia pueden manifestarse de diferentes maneras. Algunos alcohólicos pueden estar varios días, o incluso semanas o meses, sin beber, pero cuando empiezan a hacerlo pierden rápidamente el control y no pueden detenerse hasta que están totalmente intoxicados.
Éste sería el caso del alcoholismo de fin de semana o modelo anglosajón de abuso de alcohol. Otros alcohólicos consumen diariamente grandes cantidades de alcohol sin mostrar síntomas de borrachera porque tienen una elevada tolerancia a los efectos de intoxicación del alcohol. También hay alcohólicos que beben nada más levantarse por la mañana para evitar el síndrome de abstinencia causado por el descenso en la alcoholemia que se produce al pasar toda la noche sin beber.
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