Intérpretes: Aaron Taylor-Johnson, Russell Crowe, Ariana DeBose, Christopher Abbott, Fred Hechinger, Levi Miller, Rachel Handshaw, Greg Kolpakchi, Murat Seven, Dritan Kastrati, Robert Ryan (II), Alessandro Nivola, Damola Adelaja
Argumento: Stan Lee (personajes), Steve Ditko (personajes)
La visceral historia de acción sobre cómo y porqué uno de los más icónicos villanos de Marvel llegó a serlo. Aaron Taylor-Johnson interpreta a Kraven, un hombre cuya compleja relación con su despiadado padre, Nikolai Kravinoff (Russell Crowe), le hace emprender un camino de venganza con brutales consecuencias, motivándole a convertirse no sólo en el mejor cazador del mundo, sino también en uno de los más temidos.
El autoritario oligarca ruso Nikolai Kravinoff, cuya crueldad ha llevado a su esposa a suicidarse, lleva a un safari africano a sus dos cachorros, los adolescentes Sergei y Dmitri. Un león casi mata a Sergei, pero una gota de sangre del animal se mezcla con la suya por esas casualidades que sólo ocurren en Hollywood. Esto, sumado a los efectos de una poción de la joven Calypso, que pasaba por allí, transforman al chaval, dotándole de habilidades similares a las de los depredadores de la jungla. Cuando llega a adulto, se dedica a cazar a mafiosos, como uno que cumple condena en una prisión siberiana. Pero el astuto criminal Rhino, dotado también de habilidades sobrehumanas le pondrá las cosas difíciles, al tiempo que se reencuentra con Calypso, ahora prestigiosa abogada.
Kraven nació en los cómics en 1964, debutando en el número 15 de “The Amazing Spider-Man”. Desde entonces, ha sido un depredador constante en el ecosistema del Trepamuros. Ahora Sony, dueña de los derechos audiovisuales de Spider-Man y de todo su zoológico de personajes secundarios, ha apostado por este film después de éxitos irregulares como la saga Venom y desastres de taquilla como Madame Web. Con Kraven, sin embargo, el estudio apunta a una presa más ambiciosa. Se nota que la realización ha recaído en J.C. Chandor, que empezó su carrera a lo grande con Margin Call, pero que no logró mucha repercusión con Triple frontera. Quizás por eso ha aceptado su primera producción palomitera, y lo cierto es que logra sobrevivir en la competitiva selva del cine de superhéroes.
La cinta cuenta con convincentes escenas de acción, aprovechando las habilidades del protagonista para escalar edificios y su velocidad trepidante. De hecho, el protagonista recuerda a ratos a Tarzán en Nueva York. Se explota bien la conexión con los animales del protagonista, pero también sus complejas relaciones con su abusivo progenitor, y el vínculo protector que mantiene con su desprotegido hermano. Esto propicia el lucimiento de Aaron Taylor-Johnson, que imprime la intensidad de un tigre acorralado al personaje central, mientras que Russell Crowe ruge a un buen nivel como su progenitor, y Fred Hechinger aprovecha el papel de Dmitri. Alessandro Nivola se divierte como Rhino, un villano con tanto color como un plumaje exótico, mientras que Ariana DeBose, en el rol de Calypso, queda relegada a un segundo plano, al tratarse de un personaje más desdibujado que un camaleón camuflado.
Intérpretes: Aaron Taylor-Johnson, Russell Crowe, Ariana DeBose, Christopher Abbott, Fred Hechinger, Levi Miller, Rachel Handshaw, Greg Kolpakchi, Murat Seven, Dritan Kastrati, Robert Ryan (II), Alessandro Nivola, Damola Adelaja
Argumento: Stan Lee (personajes), Steve Ditko (personajes)
Guión: Matt Holloway, Art Marcum, Richard Wenk
Música: Benjamin Wallfisch
Fotografía: Ben Davis
Producción: Avi Arad
Distribuye en cine: Sony
La visceral historia de acción sobre cómo y porqué uno de los más icónicos villanos de Marvel llegó a serlo. Aaron Taylor-Johnson interpreta a Kraven, un hombre cuya compleja relación con su despiadado padre, Nikolai Kravinoff (Russell Crowe), le hace emprender un camino de venganza con brutales consecuencias, motivándole a convertirse no sólo en el mejor cazador del mundo, sino también en uno de los más temidos.
El autoritario oligarca ruso Nikolai Kravinoff, cuya crueldad ha llevado a su esposa a suicidarse, lleva a un safari africano a sus dos cachorros, los adolescentes Sergei y Dmitri. Un león casi mata a Sergei, pero una gota de sangre del animal se mezcla con la suya por esas casualidades que sólo ocurren en Hollywood. Esto, sumado a los efectos de una poción de la joven Calypso, que pasaba por allí, transforman al chaval, dotándole de habilidades similares a las de los depredadores de la jungla. Cuando llega a adulto, se dedica a cazar a mafiosos, como uno que cumple condena en una prisión siberiana. Pero el astuto criminal Rhino, dotado también de habilidades sobrehumanas le pondrá las cosas difíciles, al tiempo que se reencuentra con Calypso, ahora prestigiosa abogada.
Kraven nació en los cómics en 1964, debutando en el número 15 de “The Amazing Spider-Man”. Desde entonces, ha sido un depredador constante en el ecosistema del Trepamuros. Ahora Sony, dueña de los derechos audiovisuales de Spider-Man y de todo su zoológico de personajes secundarios, ha apostado por este film después de éxitos irregulares como la saga Venom y desastres de taquilla como Madame Web. Con Kraven, sin embargo, el estudio apunta a una presa más ambiciosa. Se nota que la realización ha recaído en J.C. Chandor, que empezó su carrera a lo grande con Margin Call, pero que no logró mucha repercusión con Triple frontera. Quizás por eso ha aceptado su primera producción palomitera, y lo cierto es que logra sobrevivir en la competitiva selva del cine de superhéroes.
La cinta cuenta con convincentes escenas de acción, aprovechando las habilidades del protagonista para escalar edificios y su velocidad trepidante. De hecho, el protagonista recuerda a ratos a Tarzán en Nueva York. Se explota bien la conexión con los animales del protagonista, pero también sus complejas relaciones con su abusivo progenitor, y el vínculo protector que mantiene con su desprotegido hermano. Esto propicia el lucimiento de Aaron Taylor-Johnson, que imprime la intensidad de un tigre acorralado al personaje central, mientras que Russell Crowe ruge a un buen nivel como su progenitor, y Fred Hechinger aprovecha el papel de Dmitri. Alessandro Nivola se divierte como Rhino, un villano con tanto color como un plumaje exótico, mientras que Ariana DeBose, en el rol de Calypso, queda relegada a un segundo plano, al tratarse de un personaje más desdibujado que un camaleón camuflado.