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Duración: 02h 00 min
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Género: Thriller
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Público apropiado: Adultos
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Título original: Conclave
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Año: 2024
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Fecha de estreno en España en cines : 20-12-2024
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Países: EE.UU., Reino Unido
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Dirección: Edward Berger
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Intérpretes: Ralph Fiennes, Stanley Tucci, John Lithgow, Isabella Rossellini, Brían F. O’Byrne, Jacek Koman, Sergio Castellitto, Lucian Msamati, Thomas Loibl, Carlos Diehz, Rony Kramer, Bruno Novelli
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Argumento: Robert Harris (novela)
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Guión: Peter Straughan
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Música: Volker Bertelmann
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Fotografía: Stéphane Fontaine
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Producción: Robert Harris
- Distribuye en cine: DeAPlaneta
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Uno de los rituales más secretos y antiguos del mundo: la elección del Papa. Tras la inesperada muerte del Sumo Pontífice, el cardenal Lawrence (Ralph Fiennes) es designado como responsable de dirigir el cónclave.
Cuando los líderes más poderosos de la Iglesia Católica se reúnen en los salones del Vaticano, Lawrence se ve atrapado dentro de una compleja conspiración a la vez que descubre un secreto que podría sacudir los cimientos de la Iglesia.
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El Papa ha muerto. Thomas Lawrence, decano del colegio cardenalicio es el encargado de convocar y dirigir el cónclave que elegirá a su sucesor. Tarea que piensa desempeñar fielmente, aunque se siente indigno y con dudas de fe. Ya antes de que lleguen los cardenales a su residencia en Santa Marta, y se encierren en la Capilla Sixtina, para las votaciones y subsiguientes escrutinios, se establecen bandos con sus candidatos favoritos. El preferido de los progresistas es el cardenal Aldo Bellini, que contaría con el apoyo de Lawrence. Pero hay otros rivales de peso, como el conservador Goffredo Tedesco, cuya elección piensan los otros que sería un enorme retroceso en el “aggiornamento” de la Iglesia. Otros nombres que suenan son el africano Joshua Adeyemi, que de ser elegido sería el primer papa negro, y que en el sector liberal se ve como aún más retrógrado que Tedesco. También podría lograr apoyos el pragmático Joseph Tremblay. Una sorpresa antes del enclaustramiento es la llegada de un cardenal desconocido, el mexicano Vincent Benítez, nombrado “in pectore” por su arriesgado trabajo en Afganistán. Gobernar el proceso electoral no es fácil para Lawrence, por los choques entre facciones y los trapos sucios de unos y otros.
Adaptación del best-seller homónimo de Robert Harris –sus novelas antes han dado pie antes a dos películas de Polanski, El escritor y El oficial y el espía, entre otros títulos–, acreditado como productor del film, aunque el guión lo ha firmado el especialista en thrillers Peter Straughan, que tiene en su haber otra versión de una novela de éxito, El topo. Se trata de una producción de gran empaque, que dirige el alemán Edward Berger, quien ya llamó la atención por el poderío visual y dramatismo de su versión de Sin novedad en el frente, que también tenía una fuente literaria.
La narración, de nuevo envolvente en imágenes y sonido inquietante, se plantea como un juego de intrigas políticas, lo que se subraya incluso simbólicamente con el juego de ajedrez del pontífice difunto, que Bellini querría poder conservar, pues ambos disfrutaban mucho con sus partidas. En tal sentido, y aunque no se obvia que estamos ante una institución, la Iglesia, cuyos fieles rezan y creen en su origen sobrenatural, domina una visión humana, de ambición y lucha por el poder, de deseo de imponer el propio punto de vista; sí, se pide ayuda al Espíritu Santo, y se supone que se vota a quien en conciencia se considera el más cualificado para el puesto papal, pero las escenas del Juicio Final de Miguel Ángel que decoran la Capilla Sixtina no imponen a sus eminencias tanto como deberían.
Hay que reconocer el ritmo narrativo y cierta sutileza en lo que se cuenta. Para entendernos, no estamos ante la tosquedad manifiesta de El código Da Vinci, un tebeo decididamente simplón. Aquí se sabe jugar con las distintas sensibilidades eclesiales, y con la idea de que todos somos pecadores, también los monseñores, y podemos tener trapos sucios que no desearíamos que vieran la luz, o sentir el atractivo de lo mundano. Se trata de apuntar a una crisis muy real en la Iglesia, donde las dudas dominarían a los pastores que deberían guiar al rebaño, su visión sería muy estrecha y a ras de suelo. Y además de las luchas intestinas cardenalicias, a las que dan entidad un reparto increíble encabezado por un magnífico Ralph Fiennes, bien respaldado por los convincentes Stanley Tucci, John Lithgow, Brían F. O’Byrne, Jacek Koman, Sergio Castellitto, Lucian Msamati, Thomas Loibl y Carlos Diehz, se introduce con habilidad el servicio abnegado e invisible de las religiosas de Santa Marta, el papel de Isabella Rossellini es breve pero intenso.
El film juega con el subtexto de lo que pasa en el exterior del Vaticano, y que los cardenales, aislados del mundanal ruido, desconocen, aunque no pueden ignorar una potente explosión que ocurre en el exterior. Es la bomba, que en el fondo, metafóricamente hablando, sería un simple petardito, comparada con la que podríamos describir como bomba nuclear de la revelación final, de la que no haremos spoiler, aunque quizá deberíamos, pero que viene a ser como un potente explosivo colocado en el corazón de la Iglesia, o como me decía alguien a quien aprecio mucho, no un “deus ex machina” sino un “diabolus ex machina” concebido para cuestionar al catolicismo e invitarle a cambiar, aunque sea a costa de su fe de más de dos milenios.
- Fuente: José María Aresté
Fantástica y disparatada, no hay que buscar la certeza, si no la verdad. Fiennes magnífico, el resto de actores secundarios muy buenos. Ojalá la sociedad se comportara como este guión, simplemente una utopía por desgracia. A los Óscar directamente. Muy aconsejable, de lo mejor de 2024.
Excelente, magnífica. La película presenta una triple lectura de las diferentes vías a las que hoy en día se enfrenta la Iglesia: tradición, innovación o un término intermedio nunca contemplado pero capaz de aunar las diferencias latentes. Esta tercera vía exenta de corrupción y parcialidad, viene promulgada de la mano de alguien determinado por cuestiones biológicas lo que a su vez marca la diferencia con las otras dos vías y será una tercera vía intermedia nunca contemplada.