Hepatitis quiere decir inflamación del hígado. Por tanto, una hepatitis vírica es una inflamación del hígado que se produce a consecuencia de una infección de las células hepáticas por un virus.
Existe una serie de virus que se distinguen por su especial tendencia a infectar las células hepáticas de forma exclusiva, o casi exclusiva. Son los denominados virus de la hepatitis o virus hepatotropos, que se caracterizan por infectar muy preferentemente los hepatocitos y se designan con las letras del alfabeto: A, B, C, D y E. Hace unos pocos años se describió otro virus, que se denominó virus G, que también se creyó capaz de ocasionar hepatitis en el ser humano, pero pronto se comprobó que su importancia patogénica era muy escasa.
Existe una serie de virus que se distinguen por su especial tendencia a infectar las células hepáticas de forma exclusiva, o casi exclusiva. Son los denominados virus de la hepatitis o virus hepatotropos, que se caracterizan por infectar muy preferentemente los hepatocitos y se designan con las letras del alfabeto: A, B, C, D y E. Hace unos pocos años se describió otro virus, que se denominó virus G, que también se creyó capaz de ocasionar hepatitis en el ser humano, pero pronto se comprobó que su importancia patogénica era muy escasa.
Las infecciones por virus no son la única causa de hepatitis, sino que existen muchas otras, que se relacionan en la tabla 1. Las manifestaciones clínicas de las hepatitis víricas son parecidas, aunque no idénticas, a las debidas a otras causas. Puesto que el pronóstico y el tratamiento son distintos, distinguir unas de otras es sumamente importante.
A veces, algunas enfermedades de las vías biliares también ocasionan síntomas y alteraciones de las pruebas de laboratorio que se asemejan a las que presentan los pacientes con hepatitis vírica, por lo que también deben ser tenidas en cuenta para establecer correctamente el diagnóstico.
A veces, algunas enfermedades de las vías biliares también ocasionan síntomas y alteraciones de las pruebas de laboratorio que se asemejan a las que presentan los pacientes con hepatitis vírica, por lo que también deben ser tenidas en cuenta para establecer correctamente el diagnóstico.
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